Ayer acudí al cine a
ver la película mexicana “No sé si cortarme las venas o dejármelas largas”.
Esta comedia es la adaptación cinematográfica de una exitosa obra de teatro que
posee el mismo nombre. Y la obra de teatro y la cinta no nada más comparten
nombre, sino que también cuentan con esencialmente el mismo elenco.
Esta comedia que
representa la Ópera Prima de Manolo Caro, se estrenó la semana pasada en salas
a lo largo y ancho de nuestro país. El elenco está compuesto por Luis Ernesto
Franco, Zuria Vega, Raúl Méndez, Ludwika Paleta, Luis Gerardo Méndez y Rossy de
Palma. Además, cuenta con participaciones especiales de Cecilia Suárez, José
María Yazpik y Anabel Ferreira.
La trama se desarrolla
en un edificio clase “mediero-alto” de la Ciudad de México. En dicho edificio
habitan un matrimonio judío frustrado por no tener hijos. También vive un “matrimonio”
católico formado por una cantante desconocida y un diseñador de modas
homosexual, que viven juntos para ayudarse mutuamente a aparentar ser lo que
sus familias esperan que sean. Tenemos a una dama española que intenta
desesperadamente reinventarse y dejar
atrás su pasado. Estos vecinos no conviven entre ellos. No saben nada unos
sobre otros y sus interacciones sociales no pasan de saludos extendidos por
simple cortesía.
Todo esto cambia
cuando llega al edificio un famoso, galán y extremadamente hábil ex-futbolista,
que se encuentra deprimido debido a que su prometedora carrera en el futbol se vio truncada
de repente. Y con su llegada, las personas que habitan en el edificio comienzan
a interactuar entre ellos, en un ambiente donde comienzan a surgir traumas,
antidepresivos, drogas, alcohol, sexo, traiciones, armas e intentos de suicidio
y homicidio.
Debo reconocer que la
película tiene sus momentos cómicos y me hizo reír en ciertos pasajes. Pero algunos
gags me parecieron forzados. Además, las actuaciones de la mayoría del reparto
me parecieron inverosímiles. Ludwika y
Zuria se ven preciosas, pero no les creí mucho sus personajes. Raúl Méndez me
encantó en su papel de villano en Matando
Cabos, pero acá no me fascinó. Lo mismo va para Luis Gerardo Méndez, cuyo personaje de “mirrey” en Nosotros
los Nobles es muchísimo más entrañable que el que desarrolla en esta
película. Siendo bastante honesto, de
los cinco personajes principales, el único que me pareció verosímil es el ex -futbolista,
interpretado por Luis Ernesto Franco.
A pesar de esto, sí
recomendaría que le dieran la oportunidad a esta película. Por tres motivos
principales:
- Fuera del Conjuro o Blancanieves, no creo que haya en cartelera estrenos recientes que merezca la pena ver. Yo personalmente prefiero una película como No sé si cortarme las venas o dejármelas largas a Son como niños 2 o alguna otra boba comedia gringa.
- Esta película es parte de un esfuerzo que algunos cineastas están realizando para alejarse de las películas mexicanas que nos invadieron por años y que están totalmente impregnadas de narcotráfico, violencia, drogas, secuestros y PESIMISMO. Acá tenemos elementos negativos de nuestra cultura: machismo, homofobia e hipocresía, pero al final la película intenta darnos algo de esperanza sobre tomar las riendas de tu vida en este “mundo cruel”.
- La banda sonora está muy interesante. Por ahí suenan nuevas versiones de canciones como “Rueda mi mente” de Timbiriche,“17 años” de los Ángeles Azules o “Ave María” de Stephanie Salas.
¿Cortarse las venas o dejárselas largas? Esa es la cuestión.